miércoles, 27 de marzo de 2013

Decretum

No puedo escribir, no tengo alma, soy una bestia.
Mis historias se marchitan antes de ser escritas. 

Me quiero olvidar, borrar mi conciencia.
No tengo nada dentro. Me he saboteado.

¿Qué queda de mi alma? Solo una furia dormida que me hace pequeña y mezquina.

Dejaré que otros sean los creadores, viviré sus vidas olvidándome de mí.

He sido una tonta; pero ¿Por qué combatir a la bestia?

Y ahora el sueño se escapa y vuelvo a ser yo, pálida y ceniza.