3
Ha
habido múltiples esfuerzos por crear vida original a partir de las
copias. Para ese propósito se les ha asignado a los clones una pareja en
su vivienda. Con esto también vino la encomienda de la cópula,
incrementando su frecuencia conforme se acerca el periodo de ovulación
en la mujer. Las copias ven esto como un requerimiento natural y el sexo
se consuma sin pasión ni vergüenza, además de ser visto como una
necesidad física y un deber moral.
En
contadas veces ha aparecido el fenómeno llamado amor. Usualmente se da
entre compañeros de hogar aunque también es visto que sucede con algún
compañero de trabajo o incluso ha habido casos donde extraños en la
calle experimentan el casi mítico amor a primera vista. En estas
ocasiones los científicos prohíben el coito ya que arruinaría la
metodología del experimento. A los clones la prohibición les parece
innecesaria porque no relacionan los sentimientos con el acto.
A
pesar de todas estas medidas, ni una sola gestación ha sido registrada.
A nivel celular las copias no tienen defectos, son fieles a los
originales. Los
investigadores todavía buscan las posibles causas pero aún no
encuentran ese elemento indefinible que inicia la vida. Esta situación
les inquieta ya que como objetivo último buscan crear una sociedad
autosuficiente y libre de influencias externas, y ellos ser simples
observadores de su creación.
Aunque es verdad que los científicos pudieran crear clones indefinidamente, lo que quieren es que su población se mantenga o que incluso crezca sin su ayuda; están dispuestos a incluir el elemento del azar en el experimento con tal de ver resultados favorables.
Tal vez se pueda pensar que buscaban ser algo parecido al concepto de dioses; los clones están hechos, de manera bastante literal, a imagen y semejanza de los investigadores. Puede ser que en realidad algo más que curiosidad científica los haya llevado a tomar esas decisiones, soberbios voyeristas de la nueva humanidad que espían a sus creaciones y en sus creaciones se ven a sí mismos teniendo otras vidas, satisfactorias y sin dudas.
Aunque es verdad que los científicos pudieran crear clones indefinidamente, lo que quieren es que su población se mantenga o que incluso crezca sin su ayuda; están dispuestos a incluir el elemento del azar en el experimento con tal de ver resultados favorables.
Tal vez se pueda pensar que buscaban ser algo parecido al concepto de dioses; los clones están hechos, de manera bastante literal, a imagen y semejanza de los investigadores. Puede ser que en realidad algo más que curiosidad científica los haya llevado a tomar esas decisiones, soberbios voyeristas de la nueva humanidad que espían a sus creaciones y en sus creaciones se ven a sí mismos teniendo otras vidas, satisfactorias y sin dudas.