lunes, 13 de octubre de 2008

Ni la piedra le gana al tiempo

El último día que estuve en el DF llegamos a un cementerio. Yo tenía mucha curiosidad de visitar un lugar de esos, y es que lo único que tengo son sólo recuerdos vagos de alguna vez que entré, no sé por cual razón si ningún pariente mío se ha muerto en 15 años.
Efectivamente de día los cementerios no tienen ninguna razón por la cual dar miedo, supongo que de alguna manera retorcida me gustó; una avenida principal con los mausoleos más lujosos de principios del siglo pasado y finales del antepasado, y una capilla casi al final de la avenida, después de eso puedes hallar de todo, desde tumbas donde sólo quedan las piedras rotas y la sepultura a medio abrir, hasta mausoleos de cristal y vitrales espléndidos. Daban un poco de pena las tumbas viejas, las que no tenían nombre, es algo perturbador no saber ni el santo y seña del muerto que estás viendo; Como si las otras tumbas tuvieran la esperanza de ser recordadas, tener una ubicación en el mundo por nombre y fecha, y estas, yo que sé, siento que están perdidas en el limbo, que con su solo aspecto confirman el estado de abandono, como si se supieran perdidas y no hubiera nada más por hacer, porque el olvido completo ya llegó.

Mientras exploraba me encontré con una tumba que llamó mi atención, tenía la estatua de una musa con un arpa al frente, me acerqué y leí la inscripción, decía: "Del casino xxxxx al insigne poeta". En la tumba se encontraba Juan de Dios Peza, su hijo e hija también, murió en 1910. Ya en casa lo investigué y supe que escribió cosas buenas el hombre, y sobre todo todavía se puede leer su tumba, si tan sólo para que una curiosa la identifique y hable sobre ello.

"Aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas" Juan de Dios Peza hablando sobre la vida o algo más..



1 comentario:

Xitlally Romero dijo...

Yo comparto ese gusto por los cemententerios. No los conozco de noche pero de día me parecen hermosos, por las mismas cosas que describes. ¡Qué gusto que Juan de Dios Peza se haya cruzado contigo! Me encanta su poesía, ¿a qué cementerio fuiste?